La anemia es una hemoglobina o una cantidad de glóbulos rojos por debajo de lo considerado normal para la edad y el sexo (valores definidos y estandarizados), que no son suficientes para una buena oxigenación de nuestros tejidos.
El déficit de hierro es la principal causa de anemia y constituye además el déficit nutricional más frecuente afectando aproximadamente 42% de los niños a nivel mundial según datos de la OMS.
Los niños son particularmente vulnerables al déficit de hierro hasta los 5 años de vida, por sus necesidades aumentadas por el rápido crecimiento en esta etapa.
La anemia en este grupo etario tiene graves consecuencias en el desarrollo fisio e intelectual, que de no ser revertido antes de los 2 años puede tener consecuencias irreversibles a nivel cerebral.
Se ha documentado a través de estudios que los niños con anemia tienen un desarrollo cognitivo y motor inferior al de los ninots sin anemia, disminuyendo significativamente su rendimiento escolar. La anemia también ha sido asociada con un aumento de la morbi-mortalidad en este grupo erario.
La OMS recomienda suplementación de hierro en todos los niños en zonas de riesgo como países en vías de desarrollo, por la alta prevalencia de déficit de hierro y anemia en
estas regiones.
Recomendaciones:
Lactantes a término: iniciar suplementarios entre los 4-6 meses de edad : 1m/kg/día.
Lactantes prematuros: iniciar suplementarios a partir de las 2 semanas hasta el año de vida: 2mg/kg/día.
Pre escolares y escolares en regiones de alto riesgo (ej América del Sur): 25-40 mg de Fe elemental 2-3 veces por semana
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